Las logias medievales estaban construidas con tablones, cerca del lugar donde una iglesia u otro edificio religioso estaba en proceso de construcción.

Tenía tres ventanas principales: en el Este, en el oeste y en el sur. No había ninguna en el norte, porque el taller estaba en el lado sur de la iglesia, por las ventajas de la luz y el calor en ese emplazamiento.

En las paredes del lado sur de estos antiguos edificios existen todavía vestigios de la inserción de las vigas que sostenían el techo de las logias de los canteros. Por tanto, el lado norte de la logia estaba “ciega”. Para iluminar este espacio no quedaba otra alternativa más que la abertura en los tres costados restantes.

Estas ventanas fueron denominadas las “tres grandes luces”, a partir de un latinajo del “lumina”, usada para denotar ventanas.

Se representaron en los primeros tableros de calco y a ellas aluden antiguos rituales de 1725 y 1730, donde indican sus usos: son para “iluminar a los hombres, en y para su trabajo”; declaraban expresamente que estas luces fijas “son tres ventanas en cada habitación donde se lleva a cabo una logia”.

Podría tratarse de ventanas cubiertas por celosías, que permiten ver desde dentro sin ser vistos desde fuera, lo que puede interpretarse como representación de la discreción de los trabajos masónicos.

En síntesis, las ventanas se inscriben en el simbolismo general de la luz, representativa del conocimiento científico y la búsqueda de la verdad, mostrando que este cometido se efectúa por parte de los integrantes de las logias en todo lugar.

La colocación de las ventanas y los candelabros es distinta, considerando que la ubicación de las ventanas se refiere a la luz diurna, relacionada con el curso del Sol durante un día en el hemisferio norte, y que la función original de los candelabros, candeleros portadores de una sola vela, era iluminar el salón de la logia y especialmente el tapiz colocado en el suelo y, tal vez, también sostener los extremos del mismo, porque podían levantarse si se guardaba enrollado.

Por su parte, las ventanas del cuadro de logia de primer grado utilizado como ejemplo en este trabajo, y de los tapices del Gran Oriente de Francia de 2002 y del Regulador del Masón de 1801, tienen similar ubicación a la que tienen los candelabros en la planta de la logia de los Antiguos, cuya ubicación se corresponde al recorrido del Sol en un día en el Hemisferio Norte.