Estar entre columnas implica una suerte de reconciliación entre las tendencias extremas y en ocasiones enfrentadas de nuestra psique.

Esta llamada hacia el centro genera una tensión creativa que permite fusionar las facetas opuestas de nuestra personalidad, para poder obtener una suma de partes en armoniosa totalidad.

La síntesis a la que somos convocados cuando nos situamos entre columnas, crea en nuestra vida interior la armonía que nos equilibra, produciendo un intercambio dialéctico y una dinámica cuya consecuencia es el crecimiento.

La toma de conciencia sobre el camino del medio (estar entre columnas), es un llamado a la mesura y al autoconocimiento y una oportunidad de desplegarnos hacia niveles cada vez más evolucionados.